Seguridad de edificios: protección de personas y bienes

Si los edificios tienen puertas y ventanas automáticas, el operador es responsable de su seguridad de tránsito. De acuerdo con la norma europea EN 16005 sobre seguridad en el uso de puertas automáticas, es necesario aplicar una serie de medidas para proteger las áreas peligrosas mediante:

• el uso de sensores para evitar aplastamientos, cortes y golpes durante la apertura y el cierre (sensores para el registro de presencia)
• el mantenimiento de distancias seguras para evitar el aplastamiento y el arrastre
• la limitación de las fuerzas de la hoja

De acuerdo con las Normativas de Edificación del Estado Federal Alemán, los sistemas estructurales deben planificarse, erigirse y mantenerse para proporcionar una protección contra incendios suficiente. La protección estructural contra incendios implica por lo general el uso de componentes y materiales de construcción, así como la planificación y construcción de vías de emergencia y evacuación para personas y animales.

En situaciones de peligro, por ejemplo, en caso de incendio o en situaciones de pánico, las personas utilizan salidas de emergencia para abandonar un edificio de manera segura y rápida. Estas rutas ya deben estar definidas durante la planificación de un edificio. Un edificio más pequeño con menos tránsito tiene diferentes exigencias que, por ejemplo, un gran centro comercial con mucho tránsito. Las masas necesitan más espacio y su comportamiento de huida es diferente que el de unas pocas personas.

Todas las puertas situadas a lo largo de las vías de emergencia y evacuación deben estar diseñadas como puertas de escape o salidas de emergencia. Deben estar señalizadas de forma adecuada y equipadas con bloqueos para puertas de emergencia de acuerdo con las normas europeas. Su funcionamiento debe ser siempre el adecuado para que se puedan utilizar en cualquier momento. Las salidas de emergencia deben estar marcadas de forma clara y visible y señalizadas correctamente para permitir una adecuada orientación.

Las normativas de edificación y las especificaciones especiales de construcción regulan si las barreras cortafuego (puertas cortafuego) son necesarias en los edificios y dónde deben ir instaladas. Su tarea clave es la de asegurar las aberturas en paredes retardantes o resistentes al fuego contra la entrada de fuego. De manera que siempre deben permanecer cerradas, o al menos estar cerradas de manera controlada en caso de incendio.

En caso de que las puertas cortafuego también deban servir como salida de emergencia, deben poder abrirse en cualquier momento. Para cumplir simultáneamente su función de barrera cortafuego, necesitan cerraduras especiales que cierren automáticamente las puertas después de abrirlas y también las mantengan cerradas, incluso sin electricidad, para evitar que no se abran y, por lo tanto, sea imposible escapar. O todas las puertas abiertas permitiendo el acceso a los ladrones.

Las vías de emergencia y evacuación deben ser lo más libres de humo posible en caso de incendio para que las personas puedan moverse hacia un lugar seguro y los bomberos puedan combatir el incendio. En caso de incendio, los sistemas de extracción de humo y calor eliminan el calor, el humo y los gases de combustión tóxicos del edificio y los mantienen alejados de las salidas de emergencia. Los sistemas mecánicos de salida de humos descargan los gases de combustión a través de ventiladores. Los sistemas naturales de salida de humos utilizan el principio de flotabilidad térmica para transportar el humo directamente al exterior a través de aberturas o ventanas.

La seguridad de edificios también significa proteger edificios, habitaciones, datos y propiedades contra el acceso no autorizado. Significa otorgar acceso únicamente a personas autorizadas a ciertas áreas en edificios o áreas protegidas, generalmente áreas sensibles como espacios con ordenadores, cámaras estériles, áreas de la empresa, aeropuertos, bancos, etc. El operador determina quién puede ir a dónde y cuándo, incluso en situaciones específicas.

En caso de emergencia, todos deben poder salir, pero no entrar. Aquí es donde entran en juego los sistemas activadores de vías de evacuación: gestionan el equilibrio entre el acceso controlado y la apertura de emergencia con alarma (a través del botón de emergencia) en caso de emergencia.

Aunque el control de acceso ya mantiene alejadas a muchas personas no autorizadas, la seguridad del edificio también tiene que ver con la resistencia mecánica antirrobo. Las puertas y ventanas deben proporcionar protección adecuada contra robos, por ejemplo. Dependiendo del objetivo que se quiere alcanzar en la protección de un área en particular, se pueden tomar decisiones para encontrar el diseño apropiado de puertas y ventanas.

Según la norma DIN EN 1627:2011-09 "Puertas peatonales, ventanas, fachadas ligeras, rejas y persianas. Resistencia a la refracción. Requisitos y clasificación", los componentes se clasifican en clases de resistencia (RC). Según las clasificaciones RC1 a RC4, las puertas ofrecen una mayor protección contra robos debido a su estabilidad.

Un concepto de seguridad se completa mediante la detección y control de medidas. Esto asegura que los eventos dañinos y los intentos accidentales o intencionales de superar las medidas de protección y seguridad se detecten lo antes posible. Por ejemplo, los detectores de humo pueden detectar incendios en una etapa temprana y activar las correspondientes alarmas. Los sistemas de alarma antirrobo, por ejemplo, muestran intentos de intrusión, mientras que los protectores de puertas situados en las salidas de emergencia llaman la atención en caso de un uso no autorizado mediante una señal de alarma.